Hoy sentado en mi silencio recuerdo a mi primer amor:
Aquel ángel sonriente que me arropaba a besos y me llevaba en brazos,
la que me dio su amor sin dudarlo, sin pensarlo, amor puro y abnegado, amor casi de Dios.
En ella pienso y cuánto la quiero, pero ella me quiere más, es cierto, y más, más de lo que puede.
Hoy no está conmigo y la extraño tanto,
la misma vida que nos juntaba, me trajo lejos de su mriada.
la misma vida que nos juntaba, me trajo lejos de su mriada.
Tantos momentos en el recuerdo, tantas historias inconfundibles.
Mis travesuras, sus palabras; mi rebeldía, su llanto; mis logros, su sonrisa; mis errores, su aliento...
Madre mía y sólo mía. Mi Ángel humano y favorito.
Me fue enseñando a volar muy alto, a mirar al sol, al horizonte.
No voy a defraudarla, lucharé por mí, lucharé por ella,
No voy a defraudarla, lucharé por mí, lucharé por ella,
por el mundo mejor que soñaba darme, por el mundo mejor que quiero a darle.
Ah regalo divino que incansable alienta a diario mis pasos.
Y que aunque esté muy lejos, ha hecho casa aquí conmigo.
Y que aunque esté muy lejos, ha hecho casa aquí conmigo.
Con su fiel latido haciendo eco en mi silencio.
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