الثلاثاء، 28 أبريل 2015

Todo era un sueño


De repente… apareces… sin permiso en mi mente,
¡Ah!…culpable  canción, culpable  poema, culpable   foto…

Y desata  la pena,  en  la piel   del silencio,
sus miedos tercos e innombrables
que  abatidos  revolotean sobre  los recuerdos
 como viejas hojas de otoño que arrebata el viento.

Tal vez pueda escapar cuando desembarque el alba,
de este puerto olvidado donde ancló hace tiempo la pena…
Mi corazón se abraza  a un cuento   de frágil esperanza….
¡Ah! La noche es aún más larga si hace frío en primavera.

Suspiro de golondrinas  en las peñas  absortas.
En ti amé la luna, en ti me hice humano.
Mariposa dulce. Mujer bonita, de ti aprendí la poesía.
Era la noche fría y me abrigaban tus brazos.

Agua en mi desierto. Besos en silencio. Noches de incendio.
Supiste hacerme tuyo como el mar al río, como el fuego al leño.
Tu cuerpo fue la tierra donde sembré el amor y creció un sueño.
Lágrimas de amor  en tus mejillas y en mis ojos: sueño. Todo era un sueño.

Quererte fue como cambiar, otoño en primavera.
Quererte fue como encontrar un faro en la tormenta.
Quererte fue soñar y nunca darme cuenta,
que cambia la estación y calma la marea...

Correr, fugar, huir,  de mi  mar a tu abismo.
Fue dulce escapar y triste estar perdido.
Isla encantada. Silencio terco  y piel mojada. Infierno.
Pasión adolescente que con el sol, te fuiste por otro camino.

Restos de ilusión se asoman a mis ojos.
Es hora de enterrar el cuerpo entre las piedras.
El cuerpo del pasado, pesado más que todo.

Es hora de partir. El mar, las olas, el sueño de otra orilla.

الثلاثاء، 21 أبريل 2015

Llega la tarde sedienta de amor


Llega la tarde,  sedienta de amor,  a los parques callados.
Como canción de metal y carbón desembarca la noche
y dispara sus sombras a la ingenua penumbra.
Insaciable chispear de tinieblas: el día se esconde.
Colegiala pasión de esta brisa
que va susurrando entre las hojas de los árboles un retablo de amores,
como un novelista  errante que lleva en los ojos la pluma
Viene a capturar  aquí,  innumerables libretos de crepúsculas pasiones.
Un cardumen de besos  nada sobre las bancas
y acuchilla los ojos del mirón solitario.
Bocinas de guerras perdidas combatiendo dentro del pecho.
El mirón se levanta y se marcha, tal vez mártir,  tal vez héroe

tal vez  culpable de un amor perdido.

الثلاثاء، 14 أبريل 2015

Cruel Amor


Vienen tus ojos, como un fantasma, a la noche turbia donde estoy.
Tiemblan la luna y las estrellas,  y en mi ventana gime el dolor.
Como un bote sin luz ni dueño, ayer,  de pronto se fue el amor
y trae la brisa, entre sus alas, indolente, aquella canción.
La lluvia en las hojas de los árboles parece el llanto de un viejo acordeón.

Grieta visible, por donde se  escapan las notas tristes del corazón,
es el silencio, que cava, terco,  la misma tumba donde ayer  tu adiós enterró el amor.
Yo no entiendo porque el olvido se hace lento en esta gris habitación.
A veces el recuerdo arranca de mis latidos algo de miel
Y de pronto viene la herida vieja sangrando hiel.
Juego de luces allá a lo lejos. Habla el dolor.
Fuiste tú sola, la heredera de lo que antes llamé amor.

Y tantas veces bajo esta luna te di mis versos, te di mi voz.
Y tantas veces bajo la lluvia maldije fuerte tus tercos ojos, tu terco adiós.
¿Qué hice más que solo amarte? ¿Qué hice menos que juzgarte?
¿Qué te cambio? ¿Qué nos quebró?
Tal vez allá en esos brazos tengas algo más de lo  que te di yo.

Hoy solo quiero dejar que hable hasta el cansancio mi corazón.
Y la hoguera de penas viejas y el mar de luto que hasta ayer fui yo
pierdan las fuerzas y acaben lejos de estos versos y mi canción.
Y aquí mi cruz y mi calvario cantarán el antes y el después

de esta historia  repetitiva  de sed errante y cruel amor.

الثلاثاء، 7 أبريل 2015

Luna de miel


Luna de miel y de mar y de sol,
luz de inocentes lejanías sin nombre.
Canto azul de gaviotas. Olas de mil sentimientos.
Cofre transparente, donde el sol vespertino,
en silencio de mármol, sus ojos esconde.
Cuántas veces  buscaba rozarla el viento.
Delirio insondable, de amor compartido.
Tierra y sol disputando, el imán de su risa.
Orquestal antesala de infinitos suspiros.
Hojarasca de nieve. Fuego de soledades. Pulcra melancolía.
Dios y Alá compartiendo un abstracto anillo
que alumbró a Mahoma y al Cristo humano.
Manantial de poemas. Silencio y latido.
Remolino de sueños, en invierno y verano.
No es dulce el beso sin  la miel de sus ojos.
Cómo no amarla: intrínseca amiga, confidente de  incontables recuerdos…
Cercana y lejana como Eva en el huerto

y  mártir al fin invitando al silencio.