Ah velero infinito, suaves velas, casco veraniego…
Navegas deslumbrante en tu mar desbordado, acercándote en silencio...
Mis dedos buzos en ti sumergen
caricias suaves, escurridizas, despertando la marea, el viento.
Viajaremos lejos, remaremos juntos, tú y yo, estas olas
y en su vaivén nos amaremos lento, recio, desmedidamente.
La noche no podrá apagar la luz de nuestra costa.
Para no morirnos nos ahogaremos juntos, siempre.
Serás quien me contenga, en la proa en un beso
y en la popa: derretido al sol de tus ganas
te navegaré incansablemente e imperfectamente
como la lluvia a las yerbas sedientas.
Barca de piel en llama, seguiré a tu paso
las burbujas, tu sed, tus estelas indecisas.
En la misma cubierta, en los mismos ojos
donde te amo siempre y me amas sin descanso.