Morena,
cómo derrochas belleza
por los jardines marrones de mis ojos plebeyos.
Y me atrapas y me llenas
entre risas y susurros, entre música y silencio.
Cómo carcome tu sonrisa,
de mi mundo, el vacío.
Contigo la esperanza
se parece al infinito...
Ah luz de primavera.
Plenilunio y mediodía.
Ven, traspasa mis orillas
y alúmbrame la vida.
Dame tu mano pequeña y tan sincera.
Abrázame con los versos de tus brazos.
Que fluya de tus labios a mis ojos: la magia.
Y ámame en un instante infinito.