La tarde inquieta, invade, tus labios
y aspira los ruegos, que aún sin hablar se te escapan.
El sabor de la noche ahora largo, frío y amargo
Invadirá tu alma, hasta que el sol, cante, al alba.
El cielo oirá, tus frágiles susurros
y la paz caerá como rocío matutino…
La respuesta arribará en el momento oportuno
Para hablar a tu alma y alisar tu camino.