Como se levanta para inundar mis ojos
tu sonrisa inexplicable que al dolor ahuyenta,
princesa del mismo barco de mi alma viajera,
que en la luna me escondes tu piel enredadera.
Para besar sus líneas me acompaña la tierra
Y las mismas palomas que navegan mis dedos.
No quisiera jamás ver cerrada la puerta
Por donde tu voz me regala te quieros...
Tal vez sueñe el ocaso ser esclavo en tus labios
y tal vez no cante el sol al alba si no hace luz tu boca...
Pero yo siempre me sentare con mi pluma bajo ese árbol
donde se juntan los caminos de un beso a su sombra.