Tu voz es la leña ansiosa y palpitante,
que enciende el fuego y quema mi silencio.
y es ahí en tu voz, princesa dulce y atrapante,
en tus frases tibias, donde mueren mis inviernos.
Tu voz es la leña ansiosa y palpitante,
que enciende el fuego y quema mi silencio,
que despierta en mi alma las ganas de quererte
y por donde se asoman los cálidos recuerdos…
Tu voz es la leña ansiosa y palpitante,
que enciende el fuego y quema mi silencio,
que me regala al día un nuevo sol fragante.
Por eso vida mía, musa mía, te celebran mis versos.