Quisiera saber que esconde ese corazón melancólico tuyo,
cuando la penumbra se pierde muda y fría en tus ojos de otoño.
Quisiera oír la música de tu alma, al compás de tus latidos.
Y ver la mariposa del recuerdo, volar entre tus sueños.
La brisa de tus ojos, a veces me regala el aroma de tu alma,
pura, inocente y niña. Esencia de jardín en primavera...
Cómo me gustan tus ojos, tu mirada de princesa pensativa
y el cálido arpegio que arrojan a mis latidos de piedra.
A veces cuando te miro... tu sonrisa tímida toca mi alma
y el susurro de tus labios, es música que seduce mis versos.
No sé qué decirte: frágil rubí, Eva pequeña, cielo callado.
Me gusta tu silencio, pero más tu voz suave diciendo "te quiero".
Venus latina, Bella durmiente, Blanca nieves, simplemente tú.
Quisiera perderme en el paisaje exquisito y terso de tu piel menuda
y hacer música en tus brazos y deslizarme en tus dedos...
Quisiera acercarme a tu voz y abrir tu silencio de luna.