Eres la que una vez amé,
Y la que una vez fue mía.
La que siempre en mis sueños,
como un ángel aparecía.
Eres la que siempre adoré,
mi inspiración y poesía,
mi calor y mi silencio,
para cada noche fría.
Y en esta noche apagada,
yo recuerdo todavía,
tus caricias, tus suspiros
tus deseos de ser mía.
Pasan las horas desiertas,
Y siento en mí melancolía.
siento tu aroma en la brisa,
perfume de flor tardía.
Ah…Si no te hubieras ido,
qué distinto hoy sería
Y cada noche sin luna,
sólo tú alumbrarías,
con tus ojos, mis deseos ,
de acariciarte dormida.
Ahora que estás lejos,
pienso en ti todavía…
Anoche cuando soñaba,
soñé que aún te tenía,
dormida aquí en mis brazos,
dormida entre mi vida
y que cuando despertabas,
de nuevo, ay tú, te ibas.
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